Lo que para muchos había sido una gran idea de posicionar su marca con más fuerza en el mercado Ruso y en los adinerados que viajan a Moscú cercanos a las navidades, se convirtió en motivo de fuertes protestas para la marca francesa Louis Vuitton.
La creación de una caja de nueve metros de alto y treinta de largo en la icónica Plaza Roja fue la razón perfecta para protestas en las últimas semanas por turistas, ciudadanos rusos e incluso por el propio Kremlin, es por esto que los seis meses preestablecidos por la marca para ubicar el gran baúl en la Plaza Roja se han acortado a sólo un par de semanas.
La construcción de esta caja tenía como fin principal que los turistas y ciudadanos rusos visitaran la exposición llamada The Soul of Travel, un homenaje realizado por Louis Vuitton a Rusia y a los grandes almacenes GUM que cumplen 120 años. Los beneficios de esas visitas iban a ser destinados a la Naked Heart Foundation, una organización benéfica liderada por Natalia Vodianova, pareja de Antoine Arnault, hijo del máximo responsable de LVMH.
Las criticas por la iniciativa de Louis Vuitton llegaron a tal punto que el propio Kremlin alegó que él no había dado el permiso para colocarlo en la plaza, y para alejarse y no verse salpicados por la controversia, los grandes almacenes GUM se desvincularon de la iniciativa explicando que creían que el baúl era demasiado grande. Por su parte, Michael Burke, máximo responsable de Vuitton, afirmó que GUM eran los responsables de todos los permisos necesarios para ubicar el baúl en la Plaza.
Por lo pronto Louis Vuitton se encuentra buscando un nuevo espacio para el gran baúl para que este no sólo simbolice perdidas para la marca.
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