En la moda lo antiguo toma relevancia cuando una marca llega a general algo que impone un hito en la historia del mundo o de la propia humanidad. Muchos de estos hitos son objetos que utilizamos a diario pero que jamás nos damos el tiempo de pensar por quienes fueron creados.
En un mundo liderado por coches y carreteras de piedra, barcos y trenes muy lentos, el francés Louis Vuitton Malletier llega a pie a París y comienza a trabajar como aprendiz a sus 16 años del señor Monsieur Maréchal. Sus diseños y trabajos como creador de baúles para viajes le comienza a dar fama como uno de los mejores creadores de la ciudad convirtiéndolo en el primero que adaptaba sus creaciones a los gustos de cada cliente. A la temprana edad de 17 años, Louis Vuitton abre su propio taller en el número 4 de la Rue Neuve-des-Capucines, muy cerca de una de las plazas más importantes de la capital francesa, Place Vendome.
El éxito indicó la necesidad de realizar la apertura del "atelier" en Asnieres en 1859. El taller ubicado al noreste del centro de París, empezó con 20 empleados y ya para 1900 existían más de 100 personas que formaban parte de la compañía y para 1914 había subido la cifra a más de 225.
A principios del Siglo XX los viajeros transportaban todas sus pertenencias en los baúles, los cuales muchas veces eran atraídos por ladrones, es por esto que en 1886 Georges Vuitton, hijo de Louis, creó el primer sistema de cierre con dos hebillas de resorte, lo cual garantizaría mayor seguridad en los baúles y un sistema revolucionario para la época.
Una de las anécdotas más curiosas es que cuando George realizó el diseño de la cerradura retó al gran ilusionista estadounidense Harry Houdini para escapar de un baúl Vuitton con el nuevo sistema de cerraduras y el ilusionista se negó explicando que confiaba demasiado en la efectividad de la cerradura.
Para poder observar un poco más de la historia aquí tenemos el video realizado por la marca de sus 100 Legendary Trunks.
Love, Lore
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